El ministro de Defensa considera "ridículas" las críticas por las vacaciones de Lula

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Brasilia, 7 ene (EFE).- El ministro de Defensa brasileño, Nelson Jobim, consideró hoy "ridículas" las críticas que han generado las vacaciones que el ahora ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva pasa en unas dependencias de playa del Ejército, que costea sus gastos.





"Es absolutamente ridículo. Es un presidente que concluyó su mandato y desea descansar con la protección necesaria, lo cual hace en el ambiente del Ejército", declaró Jobim en un programa emitido por una red de radios públicas.

Lula, quien el pasado 1 de enero entregó la Presidencia a Dilma Rousseff tras dos mandatos consecutivos, se trasladó esta semana con su familia a unas dependencias del Ejército en el balneario de Guarujá, situado en el litoral del estado de Sao Paulo.
El ex presidente fue "invitado" por el Ministerio de Defensa en, según dijo Jobim, un uso "estricto" de las atribuciones legales que tiene ese despacho.
Durante los ocho años que estuvo en el poder, Lula escogió ese mismo balneario militar para pasar breves períodos de descanso con sus familiares.
Esta vez, el hecho ha generado críticas en la prensa local, que ha puesto en tela de juicio la "invitación" hecha por Defensa a un ex jefe de Estado, que según Jobim ha sido "correctísima" y ajustada a las leyes.
La prensa también ha criticado a Lula por la concesión, el pasado 29 de diciembre, de pasaportes diplomáticos a dos de sus hijos.
Los pasaportes, reservados para autoridades nacionales y con una validez de cuatro años, fueron recibidos por Luis Claudio Lula da Silva, de 25 años, y Marcos Claudio Lula da Silva, de 39, dos días antes de que su padre dejase la Presidencia de Brasil.
Según el asesor de Asuntos Internacionales de la Presidencia, Marco Aurelio García, quien ocupaba ese cargo con Lula y permanece con Rousseff, se trata de un asunto "absolutamente irrelevante".
El debate, según García, "sólo puede agradar a aquel 3% de la población que cree que fue pésima la gestión de Lula", quien dejó el poder con una extraordinaria popularidad cercana al 85%.
La concesión de los pasaportes fue autorizada por el ahora ex ministro de Relaciones Exteriores Celso Amorim, quien se apegó a un decreto que permite al Gobierno entregar esos documentos a personas ajenas al poder público en casos de "interés del país".