martes, 8 de febrero de 2011

Al menos seis presos muertos en una rebelión en una comisaría en el norte de Brasil

hace 1 hora 24 mins

Río de Janeiro, 8 feb (EFE).- Al menos seis muertos deja una rebelión de presos en una comisaría de policía del estado brasileño de Maranhao (norte) que en la tarde de hoy aún no había sido controlada por las autoridades, informaron fuentes oficiales.
Los seis presos muertos, que al parecer fueron decapitados por los amotinados, estaban en su mayoría acusados de pederastia y violación, entre ellos un campesino que tuvo siete hijos con una de sus hijas de la que abusaba sexualmente.
La rebelión comenzó en la noche del lunes tras una fuga frustrada de la comisaría segunda de policía de Pinheiro, un municipio ubicado a 330 kilómetros de Sao Luiz, la capital de Maranhao, según la secretaría regional de Seguridad Pública.
Los rebelados reclaman el hacinamiento en la comisaría, que tiene capacidad para 40 presos pero en la que están recluidos cerca de 90.
Pese a que la secretaría de Seguridad Pública de Maranhao confirmó el número de víctimas se abstuvo de dar detalles sobre las muertes.
Según medios locales, los presos muertos fueron decapitados por sus compañeros, que los habían tomado como rehenes luego de que los carceleros impidieran una fuga en masa.
Los propios presos informaron que habían decapitado a seis de los reclusos y que habían colgado sus cabezas en las rejas, pero las autoridades no han podido comprobar la veracidad de la información.
Entre las víctimas figura José Agostinho Bispo, de 55 años a quien la prensa bautizó como el Monstruo de Pinheiro por el caso de abuso sexual, pedofilia e incesto por el que fue condenado a 63 años de prisión.
Bispo, un pescador que vivía en una isla amazónica de difícil acceso, fue arrestado en julio del año pasado luego de que las autoridades descubrieran que abusaba de una de sus hijas desde que la menor tenía 12 años y tuvo siete hijos-nietos con su víctima.
Pese a que las autoridades regionales comenzaron a negociar la rendición de los presos desde la madrugada de este martes, los diálogos han sido infructuosos.
Además de exigir la presencia de un juez penal y de un fiscal para negociar sus reivindicaciones, los amotinados también piden un kilo de marihuana para liberar a los demás rehenes y poner fin a la rebelión.
La comisaría de Pinheiro está cercada por miembros del Batallón de Choque de la Policía Militarizada, pero las autoridades regionales no han dicho si pretenden ordenar o no una ocupación de la edificación.

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